Tengo días pensando en esta idea que se niega a abandonarme "ya lo perdí todo".
Y es así. Un día perdí todo lo que tenía bajo mi control y todo lo que creía mío. Y aún así, sali adelante.
Un día me levanté y ocurrió lo que me aterraba que sucediera, me quedé en un segundo sin mi casa, sin mi hogar, sin mi auto, sin mi rutina, sin la persona. Lo perdí todo.
Y no tenía plan B. No me había imaginado ese escenario como posible. En mi cabeza eso no podía ocurrir, era impensable... Y aquí es donde viene la magia: perdí, sin plan b, todo. Y sin plan b, salí adelante.
Y sin plan b, lo logré.
Si ya perdí todo inesperadamente, y salí adelante; ¿como me va a dar miedo empezar desde cero en una situación a la cual yo misma me estoy empujando? En donde está clarito que me tengo que hacer voluntariamente cargo de mi misma, en donde no hay opción al fracaso y hay, a diferencia de esa vez, un plan b.
¿Que puede salir mal?
Si ya lo perdí todo.