Ahora sí
5:00 PM
Ahora sí. Este plan de vida ha
conseguido mil maneras de reinventarse a sí mismo. He intentado planificar cada
detalle de lo que sería emprender este camino porque bueno, así soy y así es
como debería ser. Uno no se monta en un avión a cambiar el rumbo de su vida tomándoselo
a la ligera… Pero parece que parte del aprendizaje está enfocado a conseguir
soluciones de manera repentina. Y como todas han ido apareciendo, simplemente
decidí soltar un poco el control y dejarme llevar. Total… ¿Qué es lo peor que
puede pasar?
El 28 de Octubre salí de
Maiquetía. No les voy a contar la historia desgarradora de dejar todo atrás
porque el 85%(¿?) de ustedes ya sabe cómo funciona, y aunque que no identifico
mi experiencia con esa idea de sufrimiento y dolor que he leído en todos los
muros de Facebook con la foto de la Cromointerferencia de color aditivo de
Cruz-Diez al fondo, si les puedo decir que fue algo difícil, más no
dramático.
Al despegar e ir viendo cómo se
ponía todo chiquitito, solo pude rezar y agradecer profundamente a Dios la
oportunidad de vivir lo que estaba por venir, principalmente porque yo lo
busqué y porque estuve un año planificando y preparándome para ese momento. Di
gracias y confié en que tengo la capacidad de superar cualquier obstáculo que
la vida decida poner en mi camino. Es increíble como agradecer cambia la
perspectiva de cualquier situación.
Mi primer viaje internacional (aéreo),
sola. La adrenalina al llegar a Bogotá fue indescriptible, todo lo que temía
desapareció y estaba súper emocionada, venía peleando con 3 maletas (25 + 25 +
10Kg y mi cartera) pero venía feliz, llegue mandándole notas de voz a todos mis
seres queridos y me sentí realmente indestructible y llena de vida. Con una
energía demasiado linda y que tenía mucho tiempo sin sentir.
Los que pasan sus días viajando
por el mundo o los que ya han vivido mil veces la experiencia, pensarán que es
una tontería (quizás). Pero los que constantemente habíamos vivido posponiendo
vacaciones, desechando planes porque “no es el momento adecuado” o “no puedo
gastar tanto” y dejando las ganas de viajar de lado, probablemente me
entenderán.
Lo que había planificado serían 3
días en Bogotá antes de mi destino final, terminaron siendo unas vacaciones de
3 semanas. No pregunten como, luego se los explico. El caso es que tuve una
pequeña crisis existencial por el cambio de planes y nuevamente me toco soltar
el control. Y ha sido de las mejores cosas que he vivido.
Salí a caminar, a conocer, a
pasear. Sola. Y me encantó.
¿Y ahora? Ahora sí viene la parte
que estuve planificando. Bogotá en 2 semanas ya era de nuevo mi zona de
confort, ahora me da miedo dejarla. Aquí tengo personas que conozco, me siento
en casa porque veo caras conocidas y porque me encanta la ciudad (aunque no
tenga mucho con que compararla). Y aunque será difícil, entendí que cuando
llegue a mi destino, se volverá mi zona de confort en un tiempo relativamente
similar, y probablemente luego sienta miedo de dejarlo atrás.
Ahora sí vamos a ver hasta donde
soy capaz de llegar, que en primer lugar fue la motivación de todo esto. Si
bien el caos que se vive en Venezuela fue un gran empuje, mi motivo principal
no fue huir de eso, sino simplemente liberarme y salir a vivir. Me di cuenta de
que tenía la vida estancada, mis planes paralizados, el futuro incierto y ninguna
oportunidad de crecer y cumplir mis metas personales de la manera en que quería.
Me di cuenta de la cantidad de personas maravillosas y perfectamente alineadas
con mi visión de la vida que podía conocer fuera de mi zona cómoda, y eso
definitivamente impulsó todo.
2016 es un año que no olvidaré
jamás. Un año de conexiones, de sentimientos, de aprendizaje, de metas cumplidas,
de vulnerabilidad. Un año en donde decidí mostrarme como soy. Un año en donde me
atreví a hacer cosas que jamás había hecho y obtuve resultados inmensamente increíbles.
La vida, el destino, el universo
(el nombre que le quieran poner) tiene un plan para todos, yo salí a buscar el
mío. Y dicen que lo que buscamos, también nos está buscando a nosotros.
Así que, ahora sí.
0 comments